sábado, 6 de agosto de 2011

Mintiéndoles

Si me preguntaran donde he estado,
tendría que decir que recorriendo
una y otra vez los versos de una canción
que se cansó de tu silencio y que se fue rompiendo lento
como yeso hinchado por su llanto,
que se fue quedando sola con mi alma que no es buen consuelo,
con sus letras sueltas como tierra dando sepultura a los verbos
preguntándose porqué carajos no hubo una esquina,
una calle, alguien que hablara, un jardín,
una cama, una plaza donde le cantaran.

Sí,me preguntaron donde estuve y tuve que mentir
para que no se me notara que te extraño
que en todos lados,que he estado una y otra vez
salpicando los rincones de los cuartos con las prendas de los cuerpos
y en algunas ocasiones, cuando no había prisa,
desnudándome del alma,humedeciéndome de boca en boca y malas lenguas,
tragando piel y lumbre, explorando espaldas comenzando por la nuca,
saboreando más de una manzana cara y haciendo mermelada
de las pocas que valían una pena y que apenas si recuerdo,
escribiendo en hostales de segunda maldiciones tan perversas
que se cumplan con mi venia en la vida de amantes de segunda.

Sí, me preguntaron donde estuve y no pude decir que encerrado
una y otra vez en una noche, en una misma noche que parecen todas,
ladrándole a los coches, aullándole a la luna,
huyentando de la esquina a pedradas a los clandestinos que se besan,
apagándole la luz en definitiva con la fuerza de los parpadeos a su luna,
mintiéndole a mansalva y con cinismo a los dioses cuando rezo
para contarles que vengo de tus brazos y que ya no te amo,que ya no te recuerdo.


Due® 28.7.11