sábado, 15 de mayo de 2021

Quisiera.

¿qué tiene que ver tu alma,con tu carne?
hoy, que es todo lo que tengo, 
no quiero hablar de aquello que 
sostiene al amor con su romanticismo, 
con su moral, con la ética o la cursilería 
que en forma de melocotones 
o de corazón rodean el tú y yo en las 
paginas de tu libreta, 

 ni entender de los andamios 
del por siempre que mantiene en vilo 
la esperanza de que sea verdad que existas, 
de que no voltees, de que no te vayas, 
en este sol a sol no hay espacio para 
aquella banca en el parque donde habita 
tu recuerdo, 
 ni del hostal de media luna con la irónica 
sonrisa de la camarera al día siguiente al 
mirarme la mirada alunada y preguntarme 
 ¿sólo un desayuno cómo siempre? 

 no tengo ganas de mirar a los mañanas
 ni escuchar las once campanadas de la 
torre de la iglesia que me despertaron 
de los sueños de tenerte, y que tú, por 
precaución a los desastres nunca te 
quedaste a escucharlos junto al vuelo 
 de palomas asustadas refugiándose 
en el balcón donde miramos el futuro 
acompañado, 

quisiera ser sencillo y adorar tu paso 
sin remilgos, sin sentirme desahuciado, 
y recordar para sanar sólo tu carne, 
quisiera entender que entre el 
querer y el poder hay un tremendo acantilado, 
hoy, amor, que es todo lo que eres, 
quisiera haber sido de paso. Due® 17.11.10.



jueves, 13 de mayo de 2021

En ti

hace poco me dí cuenta que no me 
hallo en rincón alguno, en ninguna 
caminata solitaria recontando mis 
pasos atrasados, 
en arista alguna de ninguna duda 
ni en la tinta húmeda de las melancolías 
que te escribo cada noche que la 
oscuridad del cielo muerde la sonrisa 
de la medialuna, 

no lo sé, creo que me perdí dentro 
de mí cuando te fuiste, ni siquiera 
me encuentro en el espejo frío del 
café de mis mañanas donde se han 
ahogado algunas lágrimas, 

¿hace cuanto de lo nuestro? 
es decir 
¿hace cuanto de lo tuyo por mi vida? 

no lo sé amor, no sé nada, tengo la 
creencia de que fue hace dos o tres 
locuras, o quizás hace dos tic tac`s 
que no me siento amado, 

fue tal vez hace once meses con cada 
uno de los desgraciados días de traerte 
a mí en cada ajena imagen, en cada aroma,
o en el humo del cigarro con el que tatúo 
en los vientos tu inicial junto a la mía, 

no me encuentro corazón, te juro que no 
estoy en mí, tal vez sea que me perdí entre 
añicos de estrellas entre los fragmentos 
de te amo enamorados estrellados en el 
firmamento, 

o entre cientos de aguaceros todos tuyos, 
no me encuentro y sólo acierto con 
incertidumbre a mirarme entre dos 
interrogantes, ¿será, tal vez? 
-ojalá así sea- ¿qué aún estoy en ti? 

 Due® 2.3.10







martes, 11 de mayo de 2021

Sucede

Ocurre que me voy difuminando 
como cromo anacrónico, como luna 
en término, acaso cual marea que no 
ha de regresar al puerto. 

Será que el otoño llega a su fin 
y lo demás será la cuanta atrás de 
las cuentas pendientes, el pasar la 
pagina del cuento sin segunda partes, 
los días -ojalá y se pueda,- de las 
reconciliaciones, el olvidarte de una forma 
terminal sin puntos y seguido, sin remedio, 
sin conmiseraciones. 

Ocurre que la noche tibia está anidando 
en la mirada y se mete como bruma en 
los cajones de los mapas que guardaban 
las señales de tu cuerpo, y que a cambio, 
sudan tu recuerdo. 

Sucede, que la lucha ahora es 
mantenerme firme en mi promesa de 
adorarte, y no soy yo el que le falla, 
es ésta piel que cae al piso como hojas .
infectadas de otoños, 
como el telón de fondo de la obra a la 
que uno sólo ha sido invitado, 

y te estoy amando más que nunca, 
sin embargo, los días se han vuelto 
tan cortos que ni suplicándoles piedad 
a mis insomnios me queda tiempo de 
seguir obsesionándote. 

Pasa como te pasó a ti cuando te fuiste, 
la luna queda atrás aún cuando en las noches 
te aúlla, los recuerdos se bañan en marea 
de salazón que todo borra incluyendo cicatrices. 

Me voy difuminando, amor, con mis manos 
juntas en señal de rezo, ovillado ante lo 
ultimo que queda de todo lo que fuiste 
a mi lado, y después cual sombra de 
recuerdo, 

estoy partiendo y ojalá de nuevo allá te vea 
en donde la noche duerme por el día, 
en donde el silencio es canto y la luz 
no hace falta para mirarme en tu mirada. 


 Due 13.5.11 en una tarde en la que las palabras, las acciones y las caricias, caen tras la ventana cual si fuera una no tan sencilla lluvia de recuerdos. 



Charlando de nuevo.

De nuevo lo vi, ahí estaba como el año pasado y como hace dos cuando lo conocimos. Como vigilante o guardián de los más íntimos, pero de seguro también los más fieros recuerdos, con su cara lóbrega de desesperanza y su empolvado cuerpo de fantasma o panadero ¿cómo habría de olvidarlo? ésta vez comía un bolillo reposando sobre un tonel de agua y no una mandarina como el año pasado, y no, ésta vez no cargaba nada como hace dos. 

Se veía tan solo como aquella tarde en que nos dijo con su voz averiada por el aguardiente; que tengan buena tarde ¿puedo hacer algo más por ustedes? ¿lo recuerdas? ¿pero cómo habrías de recordarlo? si tú en tu ya eterna distracción no podías mirarlo ni escucharlo, tenías tus ojos llenos de asombro, llenos de tierrita y cositas nuevas. 

Creo que como es la única vez que no te has quejado de algún servicio se te paso de apercibido. 
No te disgustes, sé que esto de las ñoñerías de los recuerdos jamás te gustó, por lo menos así lo decías, pero ahora ya de regreso en casa me vino un recuerdo muy añejo a la mente y estoy seguro de que tú, si pudieras, también te acordarías de aquellas divertidas discusiones con las meseras del café. 
En aquel tiempo era yo inexperto y recuerdo que abría mucho los ojos y me espantaba, pero ahora no sabes cuanta risa hemos tenido en casa cada que le cuento esto a los hermanos.

Fíjate que en ocasiones ahora que también me encuentro sólo, también les cierro el ojo antes de llamarles la atención por el café tibio como tú lo hacías, la verdad no es buena técnica para el coqueteo, pero sus cómplices respuestas siempre distraen un poco a la soledad, sobre todo cuando traen la cuenta y preguntan por ti. Oye Paco ¿aún conservas la estampita que te guardé en el bolso del saco el día que te fuiste para siempre? Ah, pero te contaba, mamá también vio al tipo del bolillo y le bautizo como el señor de “tierra firme” en alusión a su polvorienta figura y a una novela que no ha podido conseguir, y a la cual le tiene muchos deseos. 
Mamá sigue igual como la dejaste, dicharachera y leyendo como si en ello se le fuera la vida. Conserva intacta su fantástica profesión de levanta ánimos, con nada se amilana. Ha perdido un poco la sazón, pero su asado sigue siendo el mejor pretexto del mundo para chuparse los dedos. 
Ella viene a verte cada domingo aunque no la acompañe nadie, ya sabes que le encantan las flores, además parece que en nada le pesa la edad, ni el bastón, ni los regaños que le pone el medico porque tiene que caminar menos por sus no sé cuantos injertos de cadera. 

 Sin embargo, despistada como es, tampoco notó que era el mismo tipo de hace dos y hace un año y tal vez de siempre, yo no le dije nada, ya vez que es un poco dada a creer que todo tiene una relación y que todo sucede por algo, de nada habría valido que le explicara que ahí trabaja, que cargar féretros y después mezclar cemento para cerrar por siete años las lapidas, que es su destino, y que no se irá de ahí jamás. 
Lo ves, yo también estoy inventando, jamás es imposible, o tú dime, ¿verdad qué algún día tendrá que jubilarse o morir como tú y como todos, y después dejarle el puesto a alguien más?, ¿o no? 

 Due® 26.11.10, ya hace dos años Paquito, cómo vuela el tiempo.



lunes, 10 de mayo de 2021

Ojalá y amen.

Se supo en aquél tiempo -velador de tanto tiempo- de sensaciones artesano; cuenta cuentos de bellos sentimientos; guardián y relator de las caricias para el alma; obrero de mandil de cuero al derribar paredes; desde ingeniero o arquitecto hasta albañil constructor de orgasmos compartidos. Pintor, decorador de los deseos en piel de pecho, espalda, piernas, y alma; profesional suspirante de los besos dados y de aquellos que se le durmieron por descuido en los labios del eterno sueño. Piloto; aladino y copiloto de sueños, globos aerostáticos, alfombras, suelos, duelas, sábanas y sedas voladoras Irónico verdugo de las flores que con tibio titubeo auguraban con un pétalo arrancado un te amo y con lágrimas aquel siguiente que con rabia expresaba un no te quiero cartero en jefe y escritor constante de versos enviados en palomas de humo mensajeras que esperanzado y desesperanzado escritor, sobrio, ebrio, y loco se erigió custodio del tamborileo de los dedos Morse que repiten - . / .- -- --- y repiten - . / .- -- --- y pésimo doctor del toc toc honesto de la sístole y la diástole que a veces, sólo a veces, tiene vida en el pecho emprendedor de horizontes payaso y arlequín en días de bruma, jugador, apostador, apóstol ganador de lunas, y pobre perdedor del tiempo empeñado pensador de flores pensamientos, sin ira filosofo del celo, escritor de epílogos sin fin entre paréntesis con un hasta pronto para siempre hoy que sabe que se le ha partido el tiempo, se sabe romántico creyente, amante de la vida que siempre viene en bello verso, y hoy -ojalá y amen- que casi vive medio vivo y vive medio muerto cree que el recurso que la vida uso en él para no volverlo un desocupado, es haberle dado... ojos de poeta. Due® 9.7.10 .