domingo, 23 de mayo de 2010

Encrucijada


cuando todo haya pasado y no corra más el riesgo
de pensar en los hubiera durante la oración
con el café de los mañanas
y al beberlo el café me sepa amargo
como debe ser a tierra y lluvia buena
y para atemperarlo sople fuerte viento claro
y no suspiros largos que no llegan a ninguna parte

cuando doble el papel morada de otro nuevo verso
y lo aviente al cajón desván del sentimiento
y no tome como antes nuevo vuelo
a ninguna esperanza
a ninguna playa
a ninguna s/cima
a ningún ombligo
y a pesar de haberle escrito
el vuelo de campanas
singulares medias lunas
cielos infinitos
dos palabras
que refrescan o confortan
o enamoran o que aterran
y haya puesto en él el corazón
con su ultimo tirón sin falla alguna
y se quede a dormir sin temores
ni ansiedad allá en el archivo

cuando todo haya pasado
y el tic tac del desamparo
sea sólo el ritmo anticipado
de un prosaico nuevo encargo
de ésos que guarda la vida
y el riesgo sea la encrucijada
camuflada en verde o rojo
y la oportunidad de acertar o de fallar
no esté en el alma y sí en mis manos

elevaré una oración al cielo…a mi cielo
por el amor que sin querer
nos olvidamos de regarlo
y se incendio haciéndome
entender mucho después
que cuando juntos estuvimos
sólo fuimos sin saberlo...piel de humo.


Due® 9.5.10

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuántas veces nos confundimos, sentimos que llueve y sin embargo, son nuestros ojos los que nos hacen ver el mundo, con el color de la pena.
Creo que hace mucho tiempo no te digo cuánto me gusta leerte no?
Di que sí...maravilloso poema Francisco, besos

Flor