En ocasiones los sentimientos son como papeles, papeles que se incendian con una mirada, papeles que sirven de secantes a las mejillas, papeles importantes que vuelan cuando más importantes son con fuertes suspiros al abrirse cual portafolios en la intemperie de la inocencia. O sencillamente se vuelven Papeles en el Cajón de los recuerdos y se guardan como remedios, sólo por si acaso, en una de esas, la nostalgia nos apuñala los versos del corazón.
domingo, 27 de junio de 2010
Novedades…
ése regresar a los confusos
tuyos para siempre
frustrados míos …. para siempre
y perder en ello puertos
horizontes y el juicio nuevamente
ése navegar con sed en tu mirada
que de a poco y tanto y tanto
me llevó a renegar hasta rabiar
después de ti
de cada piel placebo del olvido,
y rabiar terco de nuevo en otras teces
y buscar ahí lunares cual luceros
que semejen los aliños de tu pecho
y no encontrarlos
para de nuevo navegar
con sed en el mar de tu recuerdo,
y medio morir sin calma,
y volverme sal si eso se puede,
y medio morir de sed,
y morir de mar,
y resucitar en la esperanza
de saberme medio cuerdo
sólo para preguntarle al viento
que aún después de tanto desnuda los suspiros
qué novedades me traerán tus ojos
cuándo los ires y venires de la vida
se terminen y de nuevo como novedad
al fin de nuevo tenga frente a mí,
aquella tu mirada verde.
Due® 26.6.10
viernes, 18 de junio de 2010
Recuerdos.
buena noche para reposar
los huesos en la almohada
hasta que de tus besos se blanqueen,
hasta que el alma se serene
con gotas de la brisa y el viento frío,
con la parte de la noche
en la que duermen los fantasmas
arrullados por el canto de los gatos
inmersos en su sexo,
hasta que mis manos olviden
las tonadas del costillar piano
del lado de tu cuerpo
que en cada sueño aún me pertenece,
buena noche para reposar el cuerpo
en una cama que no huela a la sonrisa de tu sexo,
que no traiga el recuerdo de tu aliento
ni el eco del sonar de las caderas,
buena noche para apagar
el alma en la soledad de tu ausencia,
buena noche...buenas noches.
Due® 18.6.10
Intuir…
cómo es qué se perdió tu amor
en ése amor
qué tal vez sea el de la vida
la mar de tu fragancia
si a leguas se intuía
que sus redes eran seda fina,
su verbo aliento tibio,
su palabra verso fino,
sin embargo su palabra
sólo canto de sirena,
cómo es que no miró
en tus ojeras almohadas de la luna
la leyenda verdadera
del brillar de las estrellas
que juraron para siempre
hacerle en compañía
el culto a la vida,
tal vez fue que a su sentir
le abrazaba la ruina del descuido,
o el apuró del destino
le embriago las prisas que endurecen
el pan de la homilía,
o faltó a la relación el tañer
de las campanas que destapan
en el alma el daño que se causa
al decir te amo con desgano,
tal vez sólo fuere que en el amor
está vetado el intuir lo mismo
que emplear con juicio la razón,
o que el brillar de tu sonrisa
espantó en su sordera
al soñar de pie sobre la cuesta
el brillar del corazón que ilumina
el navegar con rumbo al faro del oriente.
Due® 18.6.10
miércoles, 16 de junio de 2010
En alguna…
una nube terca en el espacio de tu ausencia
dibujando como nunca las lindes de tu cuerpo,
una voluta amarga de cigarro
con el viento y el amor a contra cara
y tú hormigueando sin piedad
en el delirio amarillo
de las espirales de los dedos y
siempre a media noche es casi media vida
en la que se repite una gota de recuerdo
desmayada en la mejilla mientras la añoranza
de esa mota oscura
disfrazada de lunar sobre tu espalda
revienta en la mente la esperanza
de mirar de nuevo tu mirada luna blanca y
aún ahora
retumban en la mente los dislates
de la fecha de caducidad
de tu tiempo y los te amo a mi lado
cuando murmuraste una sola vez
que siempre es casi tarde
que cuando pasa el enamoramiento
uno termina sin remedio siendo
una de esas soledades que se dan
en la sal de la amargura
en alguna hora
en alguna noche
en alguna media luna y siempre … aún ahora.
Due® 16.6.10
viernes, 11 de junio de 2010
Ojalá...
ojalá y nada más fuera
la lluvia de tu ensortijado pelo
que aún después de mi y de todo
humedece la tibieza del recuerdo,
o el dolor de recordar
y no tener
tu mirada de horizonte esperanzando
el corazón y la mirada,
ojalá y nada más fueras murmullo,
el resoplar del viento,
un sueño,
un recuerdo,
la mala charada de un destino
que ojalá mejor hubiera
sido para otro que tuviera agallas
para despertar de ésta vida
para acurrucarse a dolerse
en cada sueño de esa fiera pesadilla,
ojalá y jamás hubiera visto
tus lunares de lucero
y mi verbo hubiera muerto seco atragantado
de esas dos palabras que ojalá
y de ti jamás hubieran sido verbo,
ojalá y Dios alguna vez dijera
al respecto de tenerte y después perderte;
ojalá me hubiera equivocado.
Due® 11.6.10
martes, 8 de junio de 2010
Mañana...
Ayer me dolió tu andar de piernas largas,
tu caminar sobre la misma vera en donde
tu propia huella hundía tus pasos,
me ardieron muy cabron los brillo
de las luces de tu cuadra,
los vientos de tu calle,
el crujir del oxido de la cortina al cerrarla
y los carajos mudos que cargabas en la espalda,
el verte a solas confundido caminar
a lo incierto de los sueños que te esperaban
para espiarte en algún rincón de tu almohada,
-qué soñaste,
qué escuchaste,
cuántos ojos te miraron-
quizás ayer el embrollado era yo
que me atreví a mirar de tu pasado
el enredo de la negra seda
que te asfixiaba cual encierro,
cual paredes sin ventanas
con barrotes de fantasmas,
cual lóbrego capullo atrás del dintel
olvidado en la esperanza,
me doliste porque sé en carne y hueso
lo que duelen las manos que se ampollan
cuando al asirse de la nada
uno jala de un tirón cuerpo y alma y nada pasa,
porque sé como se agrieta el espíritu
cuando se extraña el jalón,
el fuego en la garganta,
el humo del vapor que oculta el valor
que se requiere para izar al viento
las banderas del no más, y nada pasa,
me doliste de admiración y orgullo
porque sé en alma viva lo que duele
levantar nuevos cimientos,
lo que cuesta del asfalto alzar hueso y pellejo,
lo que duele esperar con calma, el mañana.
Due® 6.6.10
.
sábado, 5 de junio de 2010
Vieja.
tanta tú,tanta siempre dama,
tanta crianza,
tanto verbo bueno,
y en tu voz se percibe
la cura auténtica del aliento
asmático de tus muertos y los recuerdos,
no los disculpas,
no los pretextas para poder
renacerlos en tu cariño,
calculas sus inviernos con tiento
como si regaras el tiesto
de las begonias en mañanitas de primavera,
y los regalas en las metáforas,
en verso franco con tu melancolía
que resbala por tu mejilla
como roció fresco sobre la faz de la luna,
tus manos con sus venitas
cual ríos de sueños remedios de pesadillas,
con sus huesitos como ramitas de albahaca fresca,
con el embrujo de la varita del hada buena,
y las caricias,
y los amores que se te enredan
como madeja de estambre
con las agujas que trenzan
para las almas bellas frazadas,
y tanta tú, con tus tesoros
guardados en la cajita nacarada de nubes
y arriba de la ventana, la llave que abre
su tapa y las puertas allá en el cielo,
afuera, en el patio de los haberes
el cableado lleno de golondrinas
que mudas y pensativas,
acechan la despedida.
Due®4.5.10
miércoles, 2 de junio de 2010
Búsqueda…
no es precisamente como algo o como nada,
sino más bien como poder inhalar profundo
cada que la tierra se refresca,
como el cerrar los ojos para adivinar
las nubes con sus piernas de lluvia delgaditas
y sentir su llanto en la cara
como novedades en el alma,
es más bien como jugarle al tonto
y ya no sentir sobre los labios el temblor
que me nació el día que colgaste,
como si pudiera apagar la noche de un soplido
para mirar sin ti la medialuna
recostada sobre estrellas,
es como si la ultima palabra no hubiera consumido
ilusiones
la confianza
los devotos aleluya y
la tersura de tus alas en mis manos
fueran fuego y no delirio,
la esperanza un nuevo te quiero
o cuando menos un después nos vemos,
es como creer que tu aliento fuera de ésas dudas
que se dan al despertar de un bello sueño
y -maldita sea- no se hubiera concretado
como acero en mis recuerdos y
hoy pudiera aún descascarar sin daño en el alma
la piel de alguna mandarina
que me sabe tanto a ti y carajos
tener valor y ganas de buscar algún remedio
que aunque amargo...sepa al fin a olvido.
Due® 20.6.10
Luna.
partió porque
su faz de luna entera estaba harta,
estaba llena,
tenía que cumplir su novilunio,
así lo dijo
y envolvió los fríos con rebozo negro ausencia,
tomó la estrella
que le dedicaran sin falta nuestras madrugada,
la prendo en su frente
y estiró la luz de su mirada al infinito
como aviso pertinaz de que buscara nuevo faro,
nuevo puerto,
nuevo mar donde enjuagarme
los presagios y las viejas esperanzas,
partió porque partir se le daba bien a sus caderas
a sus pasos,
no a su huella,
partió el pan conmigo y su cáscara de trigo
sonó al vuelo de campanas a la hora de la comunión,
partió su aliento en dos
y la mitad que me dejó en la boca
aún me sabe a mandarina,
la mitad que se llevó en el corazón,
no lo sé,
pero espero que le baste
para darse nueva luz y le llegue con amor el plenilunio.
Due® 2.6.10 ….…
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