partió porque
su faz de luna entera estaba harta,
estaba llena,
tenía que cumplir su novilunio,
así lo dijo
y envolvió los fríos con rebozo negro ausencia,
tomó la estrella
que le dedicaran sin falta nuestras madrugada,
la prendo en su frente
y estiró la luz de su mirada al infinito
como aviso pertinaz de que buscara nuevo faro,
nuevo puerto,
nuevo mar donde enjuagarme
los presagios y las viejas esperanzas,
partió porque partir se le daba bien a sus caderas
a sus pasos,
no a su huella,
partió el pan conmigo y su cáscara de trigo
sonó al vuelo de campanas a la hora de la comunión,
partió su aliento en dos
y la mitad que me dejó en la boca
aún me sabe a mandarina,
la mitad que se llevó en el corazón,
no lo sé,
pero espero que le baste
para darse nueva luz y le llegue con amor el plenilunio.
Due® 2.6.10 ….…
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