lunes, 23 de agosto de 2010

Sin bandera.

resulta amor,que el amor por ti es uno,
único,
multiplicable,
indivisible,
y sus formas tantas como tú mi credo,
como naves,
como leven anclas contigo aquí no falta nada,
como nubes,
como el viento que comienza
cuando en cada alborada enciende el faro de oriente
y que termina en un suspiro al caer la noche
para luego ulular de nuevo alimentando el fuego
de mi alma en cada sueño,

como tu mirar tan verde que es cimiento fuerte
del ahora,
de cada horizonte,
de la vida toda,
como el esperar tus pasos impaciente e inconciente
sentado en la banqueta
y que tú no pases,
y que tú no llegues,
y que el tiempo se aletargue
mientras los latidos de la desesperación
botan perlas en la frente de sudor,
lluvia tenue por los ojos,
y del pecho el botón que asfixia al corazón,

como irrevocable himno de guerra
acompañado del golpe de tambores,
del llanto de clarines,
el cruce de truenos fuego,
ruido y bayonetas,
sangre,
llanto,
silencio y
media muerte,
sin bandera blanca
ni trincheras,
ni posible armisticio que no sea tu presencia.

Due® 20.08.10

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