jueves, 18 de febrero de 2010

Algo me dijo


y pensar amor
que en la vida antes de ti
jamás se me dio mudar
de piel por vanas ilusiones.
siempre supe calcular
con fiel balanza
los haberes y ganancias,

en el amor, amor,
fui fiel a mi palabra
acaricié con respeto el alma,
regué con agua tibia y blanca
las penas que penaban
en los corazones cual fantasmas,

lo mío nunca fue hacerle
caso a los cantos de sirenas,
ni atender los guiños de quimeras,
tú lo sabes,
alguna parte de tu corazón
aún es mi testigo,

algo me dijo al oído,
me susurro o me mintió
al decirme que lo tuyo no era fatuo,
y te amé, te miré y me enamoré
de tu mirada verde de agua clara,
ay amor, de tus caderas,
de los relámpagos de tu cabello
que clareaban las curvas
desde el horizonte hasta tus hombros,
tu espalda cielo piel de oro
y tus vértebras que en su momento
-ay Señor por qué me las quitaste-
fueron punto suspiro y seguido
y besos y comas y los versos de tu alma
y el poema de mi vida, vida,

y pensar que te medí sirena
con suspiros de quimera
y que cuando más justifiqué tu huída
te pesé contra aureolas de los ángeles
y con sus mismas plumas te inventé
una y otra vez en medio de mis brazos
hasta fundirme en ti, amor,
y hacer de ti en mí...mi nueva piel.


Due® 18.2.10

1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

Realmente como un susurro.
Te felicito, amigo.