En ocasiones los sentimientos son como papeles, papeles que se incendian con una mirada, papeles que sirven de secantes a las mejillas, papeles importantes que vuelan cuando más importantes son con fuertes suspiros al abrirse cual portafolios en la intemperie de la inocencia. O sencillamente se vuelven Papeles en el Cajón de los recuerdos y se guardan como remedios, sólo por si acaso, en una de esas, la nostalgia nos apuñala los versos del corazón.
jueves, 25 de febrero de 2010
qué le digo …
me ha preguntado el farolero
qué donde perdiste, caramelo,
la luz de tu mirada verde aceituna,
se ha asombrado como yo amor,
él también te vio la luz de mí encandilada,
él también te vio los guiños alunados,
él también creyó a fe completa que jamás te irías
dice que escuchó tus sueños
y sonaban verdaderos
que te miró la barbilla encajada en el pecho
cuando me los dedicabas
y que escuchó el toc toc del corazón, amor,
que dice él, que digo yo,
era lo único que se escuchaba,
no soy yo ¿lo ves?
se nota a leguas que no estas,
se siente a plomo la ausencia
de tu rostro reflejado en la luna
cuando mas te necesito,
se siente en negras las interrogantes
calvadas en mi pecho
qué le digo amor,
que le miento al farolero
como le hago comprender
que te perdiste en tu ida
y no conoces la repatriación
a tu ciudad fundada
¿qué me digo a mí, amor,
que me digo de ésta tu tardanza?
Due® 25.2.10
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1 comentario:
Que va a volver, porque siempre se vuelve al amor, es la única manera posible de vivir, piel con piel y alma con alma...tan simple y tan sublime como tu poema. Grandioso.
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