
a quién le importan
los mañanas,
la comida,
el café,
la comunión de lejos
o el no saber nadar
y ahogarse en las idas
y resucitar con los regresos…
a quién le importa
no soñar con ángeles
y dormirse cada noche
inmerso en pesadillas
si lo que despierta,
lo que causa frió,
lo que causa hipo,
lo que aterra
es no tenerte y recordar
a solas cada noche
tu lengua y tus labios todos
recorriendo mis sentidos
a mí me importas
a las diez y diez de las mañanas,
de las noches,
los días diez de cada octubre,
de principio a fin de cada década,
con comida y con hambre,
sin café o en el café de nuestro parque,
en cada misa con vuelos de campanas o en silencio,
en mis ahogos testarudos de tus idas
y cuando regresas y te tengo
y ...ojalá y nada mas
Due® 16.1.10
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